Cuando escuchamos música que nos gusta hay algo que se mueve en nuestro interior, ese sonido puede hacer que cambien tus emociones, tu motivación, y darte ganas de bailar.
Hay muchos estudios que demuestran como determinados ritmos musicales pueden influir en el comportamiento, memoria, mejorar el ritmo respiratorio y la agilidad mental entre otras muchas cosas, porque con la música estamos estimulando varias zonas del cerebro.
El primer beneficio de la música en el ejercicio es que crea una sensación de motivación, al liberar dopaminas haces que estés mas animado y listo para hacer deporte.
Cuando no estamos acostumbrados a hacer ejercicio lo normal es que estemos realizando una respiración incorrecta con la consecuente sensación de ahogo y enrojecimiento facial. Hay investigaciones que demuestran que si escuchamos música mientras hacemos deporte, vamos a mejorar el ritmo de la respiración y adecuarla al aumento de la demanda de oxígeno.
La música también hace que disminuya la sensación de fatiga, porque el sistema nervioso suele centrarse en un estímulo, dejando un poco de lado el resto de los estímulos, así engañamos al cuerpo omitiendo la sensación de cansancio cuando realizamos ejercicio de intensidad baja y moderada.
Hablábamos antes de que la música puede influir en el comportamiento, se va a realizar una modificación de la función cerebral, haciendo que las personas sean mas constantes y no abandonen la realización de actividad física.
La música nos va a ayudar a que la percepción de incomodidad y dolor durante el ejercicio se disminuya, pero cuando ya hemos terminado pueden despertarse todas esas molestias musculares. Para ayudar a aliviarlas existen cremas de masajes que reducen el dolor, relajan la musculatura, reducen los calambres y el cansancio.
La crema Exdol Crème de confort ayuda a la recuperación de los músculos tras el esfuerzo físico.