Esos yesos blancos con las firmas y dibujos de todos nuestros amigos ya solo serán un recuerdo para muchos de nosotros y que posiblemente los niños de hoy en día no vivirán, porque cada vez se utilizan más las férulas en las roturas óseas.
Los yesos y las férulas tratan de inmovilizar las lesiones músculo-esqueléticas, reducir el dolor y promover la recuperación, pero difieren en sus riesgos, indicaciones y beneficios. Obviamente, es el médico el que debe hacer un diagnóstico preciso, así como evaluar la gravedad, el estadio, y la estabilidad de la lesión para decidir si se usará un yeso, una opción intermedia que es poner una férula inamovible, y la última alternativa es una férula ajustable que se quita y pone fácilmente.
Los yesos aportan una inmovilización superior, pero tienen tasas de complicaciones mayores y generalmente se reservan para reparación de fracturas más complejas y definitivas.
Sin embargo, las férulas únicamente son rígidas en uno o dos lados, aportan un lugar de soporte y estabilización a la fractura, reduciendo el movimiento de la zona afectada y el dolor. Aparte de que las férulas son mucho más cómodas de llevar que los yesos también reducen el riesgo de lesiones posteriores y permiten que la zona aumente su volumen debido al proceso inflamatorio, algo que los yesos no pueden hacer.
En referencia al dolor percibido durante los primeros días de la fractura, la sensación dolorosa fue ligeramente superior en los pacientes con férula frente a los que llevaban yeso. Con respecto a los tiempos de recuperación ósea, son similares en ambas alternativas de inmovilización.
Sabiendo ya los pro y contras de cada uno hay un claro ganador por cuál se decantan los especialistas. Según encuestas realizadas en distintos centros sanitarios de emergencia sobre una de las lesiones más comunes en niños, la fractura en rodete distal de radio, el 63% de los sanitarios colocaron al paciente desde un primer momento una férula extraíble como método de inmovilización. Si se desglosa este porcentaje en diferentes edades, se usó la férula en un 76% de los niños mientras que en adulto fue un 55%.
Las muñequeras con férulas pueden ser de diferentes tejidos, uno de los más usados es el neopreno porque mantiene una temperatura óptima favoreciendo la recuperación de la lesión.
Dentro de la línea de ortopedia de Exdol existen distintos modelos de dispositivos para ayudar a inmovilizar, sujetar o corregir diferentes partes del cuerpo según las necesidades del paciente y las indicaciones que le haya aconsejado el especialista.